En la Comisión Nacional de Derechos Humanos A.C. (CNDHAC) queremos recordarte algo fundamental: no toda violencia deja moretones. Hay formas de violencia que son invisibles, pero profundas. Una de ellas es la violencia psicológica.
¿Qué es la violencia psicológica?
Es cuando una persona te hace sentir menos, te manipula, te humilla, te controla o te hace dudar constantemente de tu valor. A veces se da con palabras duras, silencios prolongados, chantajes emocionales o con actitudes que buscan hacerte sentir culpable o insuficiente.
Algunos ejemplos comunes de esta violencia incluyen:
• Que te hagan sentir culpable por cosas que no hiciste.
• Que controlen con quién hablas, cómo vistes o qué decides.
• Que se aprovechen de tu cariño o de tus necesidades emocionales.
• Que minimicen tus logros o te hagan sentir que no vales nada sin esa persona.
• Que te utilicen una y otra vez, sabiendo que no te puedes alejar fácilmente.
Y aunque a veces parezca que lo permitimos, eso no significa que sea justo ni que esté bien.
Muchas personas toleran este tipo de maltrato porque tienen miedo, porque aman, porque dependen económicamente o porque simplemente no saben que merecen algo mejor.
La violencia psicológica vulnera tus derechos humanos, como:
• Tu derecho a vivir en paz.
• Tu derecho a la salud mental.
• Tu derecho a tomar decisiones libres.
• Tu derecho a no ser humillado o usado.
Estos derechos están protegidos por la ley, y no importa tu edad, tu género, tu condición o tu historia: nadie tiene derecho a dañarte emocionalmente.
En la CNDHAC, creemos que toda persona merece ser tratada con respeto, sin miedo, sin manipulación, sin juegos emocionales.
Si tú, o alguien que conoces, está viviendo esto, no estás exagerando. No estás solo o sola. Y no es tu culpa.
Mereces una vida con dignidad, amor sano y libertad emocional.
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